Todos mis viajes son a partir de una primicia: el placer de conocer como si cada lugar al que llegas fuera nuevo y lo estuviera descubriendo por primera vez; probar todo lo posible (desde experiencias hasta pláticas con nuevos amigos) y disfrutar la gastronomía que se crea en cada lugar (sea endémica o no) y por supuesto, acompañar con una copa de vino o una cerveza fría.
Para mi, parte importante de viajar es la armonía de una buena compañía y recuerdos que van más allá de lo físico. Se viaja con amigos y se brinda con ellos.
Descubrir mi país es algo esencial para mi. Viajes en México para conocer lo mejor de cada zona visitada. Desde lo más mainstream hasta los lugares ocultos que no sueles encontrar en la guía de turistas.
De joven no sabía que estudiar: si periodismo o gastronomía. Decidí periodismo y fui editora de un medio digital de vino y gastronomía, tiempo en el cual estudié para sommelier con el gran profesor y enólogo Pedro Poncelis (quien cuenta con su propio vino en Ensenada y fue director de la cava más grande de Latinoamérica en el Hotel Presidente Intercontinental).
Estuve a lado de grandes sommeliers, enólogos, chefs, cocineros y restauranteros, de los cuales aprendí mucho. De Edmundo Escamilla (quien fue director de la ESGAMEX) siempre tendré las palabras que llevo en el corazón: Los absolutos son para necios.
Creo en la importancia de la cocina y lo que en ella se comparte: no hay mejor manera de demostrar afecto que una sopa caliente o una taza de té. Las mañanas necesitan un café y el agua de sabor da vida a las comidas. Los cortes de carne y las parrilladas nos dan momentos felices y es necesario viajar a un viñedo aunque sea una vez en la vida y descubrir el maravilloso proceso de hacer un vino.
