Desayuno. Mañana libre, Por la tarde, realizaremos el Tour Tango. Este recorrido traza un paralelo entre la historia de la ciudad y la historia del tango, recorriendo las diferentes etapas de su desarrollo, desde su nacimiento en los arrabales, pasando por su consagración en la Avenida Corrientes, hasta su posterior internacionalización.Nuestra visita se inicia en la Academia Nacional del Tango, allí haremos un recorrido a través de su historia, sus leyendas y anécdotas. En síntesis, un homenaje al Tango desde sus primeras raíces hasta su presente. Acto seguido, nos trasladaremos a San Telmo, donde disfrutaremos de un auténtico aperitivo tanguero en el célebre Café Dorrego. Luego nos trasladamos a La Boca, un barrio portuario de clase trabajadora, donde se asentó el grueso de la inmigración italiana de origen genovés a fines del siglo XIX. Allí visitamos uno de sus típicos conventillos, edificios comunes donde vivían numerosas familias. De la mano del teatro popular, el tango comenzó a introducirse en el gusto de la población en general, y a abandonar la marginalidad; gracias a la radio, primer medio masivo de comunicación, su popularidad creció, y finalmente logró conquistar la Calle Corrientes, sede de los principales espectáculos musicales. Desde entonces, el tango se considera el símbolo de Buenos Aires. Tras recorrer la Avenida Corrientes, visitamos el Palais de Glace, donde la aristocracia comenzó a bailar este estilo de danza; fueron precisamente los aristócratas, quienes solían pasar largas temporadas en Europa, quienes lo llevaron a las grandes metrópolis del Viejo Continente. Pero su definitiva internacionalización tuvo lugar con la llegada de Carlos Gardel, el más famoso cantor de tango de todos los tiempos, a la pantalla grande de Hollywood. A continuación, visitaremos el Abasto, barrio natal de Carlos Gardel. El barrio, que es sede de numerosas milongas donde se baila el tango más auténtico, conserva su personalidad tradicional. Allí visitaremos la casa donde vivió el virtuoso tanguero, recientemente declarada patrimonio histórico nacional y el fascinante Pasaje Zelaya, donde se encuentran los murales que al artista plástico Marino Santa María pintó en honor del Zorzal Criollo. Alojamiento.