El siguiente día de tu tour por Roma empieza con una visita al Mercado de Porta Portese, el mercado más grande y famoso de la ciudad. El mercado se encuentra en el barrio de Trastevere, cerca de la puerta del mismo nombre.

El Mercado de Porta Portese es un lugar lleno de sorpresas y de diversión. Aquí podrás ver y comprar todo tipo de productos, desde ropa y accesorios hasta libros y discos, pasando por antigüedades y objetos curiosos. El mercado tiene más de 1.000 puestos que se extienden por varias calles y plazas.

Es conocido por ser un lugar que te invita a descubrir la cultura y el comercio de Roma. El mercado se originó en el siglo XVIII, cuando los campesinos venían a vender sus productos en la puerta de la muralla. El mercado se consolidó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en un punto de encuentro para los romanos y los extranjeros.

Además de los puestos del mercado, el barrio también tiene otros atractivos, como la Basílica de San Crisógono, una iglesia del siglo XII con frescos medievales; el Palacio Corsini, un palacio barroco que alberga la Galería Nacional de Arte Antiguo; o el Jardín Botánico, un oasis verde con más de 3.000 especies de plantas.

Al comprar este tour por Roma, vas a acceder a un secreto sorprendente del Mercado de Porta Portese que tiene que ver con el cine y con una película famosa.

Tras tu fascinante visita al Mercado de Porta Portese, te sugiero explorar el Museo Nacional Etrusco, uno de los museos más destacados dedicados a la civilización etrusca. Este museo se ubica en la espléndida Villa Giulia, una hermosa residencia renacentista, a unos 20 minutos en autobús desde el mercado.

El Museo Nacional Etrusco es un lugar lleno de historia y de belleza. Aquí podrás ver obras de arte y objetos arqueológicos que narran la historia de los etruscos, un pueblo que dominó gran parte de Italia central entre los siglos IX y I a.C. El museo se compone de varios edificios que albergan diferentes colecciones y exposiciones.

Entre los edificios que podrás visitar se encuentran el Palacio de los Conservadores, donde se exhiben esculturas antiguas, como la Loba Capitolina, el Espinario o la estatua ecuestre de Marco Aurelio; el Palacio Nuevo, donde se muestran bustos y retratos de personajes ilustres, como Cicerón, Julio César o Augusto; y el Palacio Caffarelli Clementino, donde se encuentra la Pinacoteca Capitolina, con pinturas de artistas como Caravaggio, Tiziano o Rubens.

El museo también tiene otros espacios que podrás explorar, como los Foros Imperiales, donde podrás ver los restos de los antiguos centros políticos y religiosos de Roma; el Tabularium, donde podrás admirar una vista espectacular del Foro Romano; o la Centrale Montemartini, una antigua central eléctrica que alberga una parte de las colecciones del museo.

Se encuentra abierto todos los días, de 9:30 a 19:30 horas. La entrada cuesta 15 euros para adultos y es gratuita para menores de 18 años. También puedes optar por una visita guiada o una audioguía por un suplemento.

Puedes acceder al sitio web oficial del museo para más información: Museo Nacional Etrusco. 

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Luego de visitar el Museo Nacional Etrusco, te sugiero pasear por el Testaccio, uno de los barrios más antiguos y auténticos de Roma. El Testaccio se encuentra a unos 15 minutos a pie del museo, entre el Aventino y el río Tíber.

El Testaccio es un lugar lleno de vida y de encanto. Aquí podrás ver edificios históricos, calles estrechas y empedradas, plazas animadas, tiendas de artesanía y vintage, bares y restaurantes con personalidad. El Testaccio también tiene una fuerte identidad local, que se refleja en su dialecto, su gastronomía y su espíritu creativo.

Entre los lugares que podrás ver en el Testaccio se encuentran la Pirámide de Cayo Cestio, un monumento funerario de estilo egipcio que data del siglo I a.C.; la Porta San Paolo, una antigua puerta de la muralla aureliana que da acceso al barrio; el Monte Testaccio, una colina artificial formada por los restos de ánforas romanas; o el antiguo matadero, un complejo industrial del siglo XIX que ahora alberga un museo, una facultad y un restaurante.

Desde el paseo podrás admirar las vistas de la ciudad y de sus monumentos más emblemáticos, como el Coliseo, el Foro Romano o el Vittoriano.

Para terminar el día, te recomiendo cenar en el restaurante Flavio al Velavevodetto, uno de los restaurantes más tradicionales y originales del Testaccio. El restaurante Flavio al Velavevodetto se encuentra en la calle del mismo nombre, cerca del Monte Testaccio.

El restaurante Flavio al Velavevodetto es un lugar que te hará viajar en el gusto y en la historia. El restaurante está situado en una cueva excavada en el Monte Testaccio, donde podrás ver las ánforas rotas que forman la colina. El restaurante tiene una cocina regional, sabrosa y generosa, elaborada con productos frescos y locales.

Entre los platos que podrás probar se encuentran la pasta alla carbonara, hecha con huevos, queso pecorino, panceta y pimienta; la pasta alla gricia, hecha con queso pecorino y guanciale (tocino de mejilla); la coda alla vaccinara, un guiso de cola de buey con salsa de tomate y verduras; o la trippa alla romana, una sopa de callos con salsa de tomate y menta.

El restaurante también tiene una carta de vinos locales que podrás combinar con tu comida. Para terminar tu cena en el restaurante Flavio al Velavevodetto con un postre casero, como el tiramisú, un dulce hecho con bizcochos empapados en café y cubiertos con queso mascarpone y cacao. Es perfecto para finalizar el día de tour por Roma.