¡Arranca tu expedición dijonesa con un paseo mágico por el Parque de la Colombière! Este es el pulmón verde más longevo y simbólico de la urbe. Reside al sur del centro, abrazado por el río Ouche, y es un compendio de naturaleza e historia.

¿El origen del nombre? Se remonta a la antigua mansión de los gobernadores de Borgoña, levantada en el siglo XVII y que aún se cobija entre las frondosas del parque. Con 33 hectáreas, ostenta un canal serpenteante, rosaledas, juegos infantiles y varias esculturas.

Este pedacito de paraíso, conocido como el Parque de la Colombière, te convida a deleitarte con la naturaleza y el arte sureño de Dijon. Allá por 1672, el Gran Condé, gobernador de Borgoña y primo del rey Luis XIV, ordenó su creación. La mano maestra detrás de su diseño fue André Le Nôtre, el genio también detrás de los jardines de Versalles.

Este vergel de 33 hectáreas tiene más de un truco bajo la manga. Uno de ellos es su canal, trazando un surco de 1,5 kilómetros de norte a sur, engalanado por cuatro puentes y dos islas, donde reposan la residencia del gobernador y una capilla.

Y no podía faltar la rosaleda, al norte del parque, con más de 300 variedades de rosas. ¿Sabías que nació en 1936 por iniciativa del alcalde Félix Kir, quien también bautizó el célebre cóctel de vino blanco y licor de grosella?

¿Juegos para los peques? ¡Claro! Toboganes, columpios y diversión a raudales. Y no te pierdas las esculturas que salpican este oasis, como la estatua ecuestre del Gran Condé, la fuente de los cisnes o el monumento a los caídos.

En síntesis, este parque es la meca de la relajación, un spot perfecto para un picnic, una buena lectura o simplemente para perderse en el paisaje dijones. ¿No es el comienzo ideal para un día lleno de sorpresas y rincones fascinantes en tu itinerario? ¡Claro que sí!

Al comprar este tour por Dijon, vas a acceder a un secreto sorprendente del Parque de la Colombière que tiene que ver con la historia del cine y con una película famosa.

Después de pasear por el Parque de la Colombière, te recomiendo visitar el Museo de la Vida Borgoñona, uno de los museos más interesantes y originales de Dijon. El museo se encuentra a unos 10 minutos a pie del Parque de la Colombière, en la calle Sainte-Anne.

Fue fundado en 1976 por el alcalde de Dijon, Robert Poujade, que quiso crear un espacio dedicado a la cultura y la historia de Borgoña. El museo ocupa un antiguo convento del siglo XVII, que tiene una fachada de piedra y un claustro interior. El museo alberga más de 50.000 objetos que ilustran la vida cotidiana, las tradiciones y las costumbres de los borgoñones desde el siglo XVIII hasta el siglo XX.

Tiene varias salas temáticas, como la sala de los oficios, la sala de las fiestas, la sala de los trajes o la sala de los juguetes. El museo también recrea escenas típicas de la vida borgoñona, como una cocina, una escuela, una tienda o una taberna. El museo también organiza exposiciones temporales sobre temas relacionados con la cultura y la sociedad borgoñonas.

Al llevar verás objetos y vestimentas que pertenecieron a diferentes clases sociales y profesiones de Borgoña, como campesinos, artesanos, comerciantes o nobles. Algunos ejemplos son los utensilios agrícolas, las herramientas de carpintería, los sombreros de paja o los trajes regionales. También podrás ver objetos y documentos que reflejan la historia política, económica y religiosa de Borgoña, como banderas, monedas, libros o estampas.

El museo es un lugar que te hará conocer y apreciar la cultura y la historia de Borgoña, una región con una identidad propia y una riqueza patrimonial. El museo es un lugar ideal para aprender, divertirse y sorprenderse con las curiosidades y los testimonios de los borgoñones.

Está abierto de martes a domingo, de 9:30 a 18:00 horas. La entrada cuesta 5 euros para adultos y es gratuita para menores de 18 años. También puedes optar por una visita guiada o una audioguía por un suplemento.

Puedes acceder al sitio web oficial del museo para mayor información: Museo de la Vida Borgoñona.

Después de visitar el Museo de la Vida Borgoñona, te propongo hacer un paseo por el Centro Histórico de Dijon, el barrio más antiguo y pintoresco de la ciudad. El Centro Histórico se encuentra a unos 15 minutos a pie del Museo de la Vida Borgoñona, en el centro de la ciudad.

El Centro Histórico es un lugar lleno de historia y de belleza. Aquí podrás ver edificios de los siglos XIV al XVIII, con fachadas de piedra y madera, adornadas con esculturas y tejados. El Centro Histórico también tiene calles estrechas y empedradas, plazas animadas, tiendas de artesanía y gastronomía, y monumentos emblemáticos.

Entre los monumentos que podrás ver en el Centro Histórico se encuentran el Palacio de los Duques de Borgoña, la residencia de los antiguos gobernadores de la región, que alberga el Museo de Bellas Artes; la Catedral de San Benigno, una iglesia gótica con una cripta románica; la Iglesia de Notre-Dame, una joya del arte gótico con su fachada decorada con gárgolas y su reloj astronómico; y la Plaza de la Liberación, la plaza principal de la ciudad, donde se encuentra el Ayuntamiento y la Fuente del Oso.

El paseo por el Centro Histórico no solo es una oportunidad para conocer la historia de Dijon, sino también para sentir su alma y su carácter. Desde el paseo podrás admirar las vistas de la ciudad y de sus símbolos más emblemáticos, como el Búho de Notre-Dame, una pequeña escultura que según la leyenda trae buena suerte a quien la toca con la mano izquierda.

Así que, mientras paseas por el Centro Histórico y admiras sus monumentos y su ambiente, recuerda que este lugar es un homenaje a la cultura y al arte que han caracterizado a Dijon desde sus orígenes. Este paseo es un regalo para los amantes de la historia y de la arquitectura.

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¡Hora de deleitar tu paladar y sumergirse en una experiencia culinaria y cultural en el restaurante Le Pré aux Clercs! Tras explorar el casco histórico, la parada aquí es un must. Este restaurante, ubicado en el interior del Hotel Philippe Le Bon, un antiguo palacio del siglo XV, es un templo gastronómico de renombre y refinamiento.

Le Pré aux Clercs es un viaje en el tiempo y en el espacio. La decoración, elegante y sofisticada, con mobiliario clásico, pinturas antiguas, candelabros y flores, te envuelve en un ambiente único. Con tres salones distintos -gótico, renacentista y contemporáneo-, la experiencia promete variedad y encanto.

¿Y qué decir de la cocina? Aquí, la creatividad se fusiona con la excelencia culinaria. Platos franceses cuidadosamente elaborados con ingredientes locales y de temporada. Desde foie gras con higos confitados hasta solomillo de ternera con salsa perigourdina, pasando por lenguado con mantequilla blanca y soufflé de chocolate negro. Un festín para el paladar.

Y por supuesto, no puedes olvidar maridar tu elección con un vino selecto de su cuidada carta. ¿Quieres un final dulce? Opta por un postre típico de Dijon, como la tarta bourdaloue, con peras y almendras, o el pain d’épices, un pan dulce con miel y especias.

El restaurante también te invita a disfrutar de la brisa nocturna y la atmósfera en su terraza. En definitiva, cenar en Le Pré aux Clercs es un viaje al pasado que te dejará un sabor exquisito en cada bocado y una sensación de inmersión en la historia y la cultura de Dijon.

Si quieres saber más sobre este restaurante, puedes visitar su página web oficial: Le Pré aux Clercs.